viernes, 21 de agosto de 2009

última página

"¿Qué ha pasado?" me preguntaba esta mañana mientras cogía el bus para ir al centro. Y es que mis días han volado, incluso mucho más rápido que diecisiente años de mi vida. Tan rápido, que no me ha dado tiempo ha hacerme a la idea, ni siquiera a pensar lo que solía pensar en estos casos, que la vida da mil vueltas, y las vueltas marean.
Sé que piensas que para mi ha sido fácil, que todo esto desaparezca, que desaparezamos. Que he sido muy fuerte y que las cosas no salieron como pensaste. Pero siendo sincera me he debilitado, y he decidido apartarme de ser yo por un tiempo. Tú ya no eres yo, ni yo soy tú, ni creo que volvamos a serlo. Pero en el álbum de Esencias de verano está tu foto, enmarcada en la última página del libro que espero no abrir en mucho tiempo.
Permiteme que recuerde. Cuando te conocí más de lo que te conocía, y todo estaba en contra, quise saber más de ti, y llegué a confiarme de cada cosa que decías y a colarme entre tus muecas cuando me sonreías, y a cabrearte para que me miraras a los ojos. Y todo eso me hacía pensar que eras diferente a lo que habías sido, que seríamos diferentes. Pero a veces las cosas son raras, igual que yo, entonces. Que miro con los ojos más penetrantes y la sonrisa más abierta, pero creéme, yo misma me engaño. Ya es suficiente. Y no quiero volver.
Me gustaría saber que sentiste tú cuando llegaron las doce, y Cenicienta se marchó a un país lejano, lejos de la playa. Y ya no se acordaba de su príncipe, ni echaba de menos su zapato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

granitos de arena que se cuelan entre las sábanas