Me he puesto tus zapatos sin cordones, y ando arrastrando los pies como puedo. Pienso que nunca me imaginé echándote tanto de menos, ni si quiera cuando te fueras para no volver. Tú te hiciste especial, y nada podía impedirlo. Ahora lloro cuando miro el sofá donde dormías la siesta, y dibujabas los sueños que a veces cumplíamos.
Y se vuelven a colar dos gotas de lluvia en la taza de café, pero esta vez me doy cuenta, y desvío mi atención.
Le pido a Dios que pare esta tormenta.
Creo que en mi lista de odios echar de menos ocupa uno de los primeros puestos.
ResponderEliminarMe convierto en su seguidora Liliana. Un beso enorme :)
Lily :) Antes de nada te pido disculpas por haber tardado tanto en contestarte. Ya me quedan pocos exámenes así que en breves podré pasar más tiempo en éstos mundos :D
ResponderEliminarLo segundo (que debería haber sido lo primero)es darte las gracias porque no sabes la ilusión que me hizo haber encontrado un copito de nieve tuyo :) Evidentemente me convierto en tu seguidora,y a partir de ahora espero poder dejarte muchos muchos muchos muchos comentarios y leer todas tus esencias.
Un beso enorme.
PD: Y gracias por hacer tan feliz a Albi con esos pedacitos de ti tan preciosos que le has enviado :)