viernes, 1 de enero de 2010


-Apunta en el cuaderno de bitácora: un año más en estado gaseoso. Dejamos atrás lluvias torrenciales y la niebla que lleva apartándonos del camino todo este tiempo. Hemos entrado en una atmósfera bastante abrumadora y se nota la humedad más tranquila. Ahora observamos que nos dirigimos en dirección contraria, habrá sido el viento arrasador de esta angustiada noche. El capitán dice que ahora es cuando vamos en sentido correcto. Seguimos el mapa, nos acercamos cada vez más a nuestro destino. -carraspeó- Son las doce y... tres minutos de la noche. El aire sopla fuerte acompañado de nubes grises y una temperatura de 7 grados centígrados. La presión es constante. No hay fuertes corrientes de agua. Hemos cambiado el rumbo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

granitos de arena que se cuelan entre las sábanas