miércoles, 24 de febrero de 2010

superchica

Convirtiendo las distancias en verano se pasaba una vida entera. Y dos si hicieran falta. No me equivoco si afirmo que era capaz de volar. También podía hacerse invisible y tenía el poder de leer las mentes ajenas. Que sí, que era una superchica con superpoderes, te lo juro. Era, es y sigue siendo la superchica que todo hombre desearía tener. Ladie Plasencia, maldita seas.
La conocí tan lejos que parece que fue hace mil años. Como si de Conil de la Frontera se tratase, allí siempre olía a salitre. Ella supo explicarme qué era eso y la importancia que le daba al mundo.
Se comía las canciones de tres en tres, y sabía exactamente el lugar y el momento preciso para hacerlo. Se bebía las playas del norte. Y yo moría cuando la veía tumbada en la arena riéndose de todo, y de mi. Me asustaba si no la veía gritar y llorar a la vez, y agitar su cabellera rubia por todos los cielos del mundo. Me retorcía si no cantábamos wonderwall acompañadas de esa guitarra o de noches sin arte. Saboreábamos el viento y sabíamos torcer nuestra dirección. Era la mejor brújula para perderse en el rock'n'roll. Sabía volar. Despegaba en contra de la gravitación universal. Y sonreía cuando algo le salía mal. Etérea. Leía mi mente en busca de mi vida, y fruncía el ceño si encontraba alguna gotita de certeza. Era fácil convencerme de que las dos éramos complejas, y que eran los de más los que no nos seguían el vuelo. Era fácil cuando aparecía en el momento preciso, y sabía regañarme y levantarme del suelo. Le tenía que haber regalado una capa de superheroína.
Se fue. O mejor dicho, me fui yo. Pero obligada, odiando a todo el que había decidido acabar con eso. Con nuestra ciudad del viento y nuestro verano intenso. Y nuestra rutina de invierno de piruletas y galletitas maria. Se marchó para volver, y aún así yo siempre la tengo aquí. Aparece y desaparece con sus superpoderes de misscaramelo y me deja un regalo en el tejado.
Le escribo cartas que nunca recibe, y odio al cartero. Voy a matarle cuando le pille en su vespa amarilla. Y después se la regalaré. Porque todas las superheroínas deben tener un vehículo, digo yo.
La quería, la quiero y siempre. Volverás algún día y esta vez para quedarte. Que te he preparado galletas con nocilla y dos o tres litros de helado de cookies. Miss plasentina.

1 comentario:

  1. Antes de nada,Lily,siento mucho no haberme pasasdo por aquí antes!,es odioso tener tan poco tiempo para hacer lo que realmente te apetece. Leerte encabeza la lista de cosas que por fin puedo hacer en el fin de semana.
    Ay,ay y más ay! seguido de interminables corazones de gominola. ¡Qué dulce eres!
    Miss plasentina es la superchica más afortunada del mundo,en primer lugar por tener una SÚPER FABULOSA INCREÍBLE MAGNÍFICA Y EXTRAORDINARIA amiga y escritora que sepa tele-transportarme en cada uno de sus textos a un mundo todavía más perfecto que el de Alicia y el segundo por ser tan genial como dices que es :)
    Estoy completamente segura de que volverá a tiempo para tomar esas galletas con nocilla! Y después os iréis juntas en la vespa amarilla a algún lugar en donde los atardeceres sean mágicos.
    Yo sí que quiero ser como tú :) ¡Eres la chica perfecta!: Emocionas con tus textos,compones canciones,haces unos regalos que cortan la respiración de lo bonitos que son, no existe adjetivo capaz de describir tus fotografías,escuchas una música increíble ¡Y ERES SÚPER DULCE,SIMPÁTICA Y GENIAL! Una pequeña gran estrella cuya luz no se apagará nunca y es extraordinario que existan personas así,que hacen del mundo un lugar mejor.
    Y ahora no podía irme sin decir: ¡Te gusta Miss cafeína! Yo estoy cayendo poquito a poquito en sus redes y son muy muy muy guays!
    El beso más gigantesco del mundo para ti,desde una pequeña ciudad en la que ya bastantes personas saben que LILIANA GARRO MELLADO = MAGIA EN ESTADO PURO! (L)(L)(L)

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granitos de arena que se cuelan entre las sábanas