Como enchufados a la corriente eléctrica, a la energía magnética de los días. Sin dirección, a cuatrocientos kilómetros por hora. Ingrávidos de nuestras entrañas, del sudor del verano y de la lluvia de lágrimas de las despedidas. Anestesiados con tantas noches sin frenos.
A 400 Km, Noches sin frenos...
ResponderEliminarHay veces, y hay gente que si que te entienden =D