sábado, 13 de junio de 2009

Sorbitos de verano


Estaba sentada en el portal de una antigua callejuela, mientras se bebía a sorbos un granizado de limón y planeaba un verano interminable.
- Las cosas son simples, no tiene más. -decía mientras masticaba el hielo entre los dientes- Yo gasto mi energía basicamente en simplificarme lo máximo posible la vida. Así soy más feliz, ya no me caliento la cabeza en cosas que no tienen vuelta de hoja. - Carraspeó al helarse los dientes- Si la vida es simple, yo también.
- Eso se llama ser fuerte, ¿Sabes? - Interrumpí yo, que me dedicaba a escuchar diariamente sus irresistibles diálogos.- Y normalmente la gente así de constante lo consigue.
- Lo dudo, no soy nada constante. - Ahora se entretenía mordiendo la pajita de color azul.
- Entonces aún no te conoces tanto como dices... - Dije mientras me bebía un sorbo de su granizado, que le había quitado sin que se diera cuenta.

A lomejor le molestó ese comentario. Pero ser fuerte y constante quizá son dos cosas que no se ven desde dentro.
Seguíamos mirando la calle estrecha, y pensando en las ilusiones de aquel verano que nunca terminaria, aunque no hubiera empezado. (Quizá llegáramos a oler la brisa de la playa con tanta imaginación...)

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granitos de arena que se cuelan entre las sábanas