miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un post-it azul en mi pared:


Tiene una manera de sonreírme tan pequeñita e inocente, que se cuela entre los mil kilómetros que nos separan para darme los buenos días todas las mañanas. Tiene una manera de gritar tan fuerte ocupando todo el espacio de sus diminutos pulmones, que a veces la oigo. Oigo como me incita a quererla tanto. Y a que pasen cien días más y no haya podido olvidar las noches que buscábamos estrellas en la playa mientras estrechábamos nuestras costillas y desafinábamos aquella de "beatles". No se me olvida.
Lo que más me duele de esta historia es que hayan pasado tantos meses, tantos años que para mí son infinitos, y que haya podido volver a verla tan sólo una vez. Los veranos nunca fueron demasiado efímeros si se trataban de nosotras.

1 comentario:

  1. Para mí y para ti, julio de 2008 fue algo más que un verano. Fue el inicio de algo muy muy grande y que se que nunca acabará, porque ninguna de ellas dos queremos que acabe. Nos quedan muchas cosas por hacer y por vivir y sé que tarde o temprano las haremos. Porque sé que las cosas serían distintas sin recibir llamadas tuyas de vez en cuando, tus comentarios, tus sorpresas, leer las cosas tan bonitas que escribes, o simplemente ver que las cosas te van bien al ver tus fotos y cuando no lo van intentar ayudarte. Me haces mucha falta y me gusta saber de ti, aunque a veces parezca que me pierda. Eres muy importante y me muero de ganas porque llegue el día en que estemos juntas y podamos volver a darnos un abrazo y reírnos y llorar... Siempre estaré aquí pase lo que pase, siempre serás mi verano favorito y mi felicidad. Te quiero muchísimo perezosa, como hace dos veranos, incluso más <3

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granitos de arena que se cuelan entre las sábanas