lunes, 14 de diciembre de 2009

rápido, esparzámonos

Te juro que odio mandar cartas a última hora, por que siempre las escribes mal y tarde. Pero creo que aún peor es escribirlas con antelación, porque las escribes bien, y demasiado pronto. Me he echado atrás. Y he corrido las calles de norte a sur para evitar al cartero. Ahora sólo quiero vivir mil veranos, y escaparme en un furgón blindado.
Te lo prometí y es lo que haremos. Haz las maletas, que estaré en tu portal a las 23:45, una hora menos en Canarias.
Emm... y esto... ¿a dónde vamos?

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granitos de arena que se cuelan entre las sábanas