sábado, 23 de enero de 2010

Guede

Las míticas tres sílabas suenan en su cabeza: ve-ra-no. Fue tan suyo, que teme olvidarlo. Teme que el tiempo se lleve lo poco que queda de ella. Por eso corre a su escritorio y empieza a escribir una de esas cartas que nunca se envían:
Querido "verano", te echo tanto de menos...
Ella sabe que tal verano tiene nombre y apellidos.
Suspira creyendo que ella ya la ha olvidado, que no se ha acordado de que en un día como ese le gustaría estar a su lado. Pero se equivoca.
Hoy es su cumpleaños. Las luces de la calle ya se apagarán pronto. Se acaba el día. Ya no le quedan esperanzas.
Se oye el rumor de la puerta al entornarse. Alguien asoma la cabeza detrás. Alba no se gira esperando a su madre tras ella.
- Felicidades... estoy aquí. Contigo.
Se le ruboriza el cuerpo entero, y no sabe reaccionar. No quiere darse la vuelta. Siente miedo y confianza a la vez. Sabe que es ella, su verano, Lili. Aguanta cinco minutos más antes de volverse y verla ahí, delante suya, con el pelo más largo y más rubio que antes. Sus ojos verdes la miran tan fijamente que arrugan la frente rompiéndola en pedacitos. Esperó a que dejara la maleta en el suelo y corrió ha abrazarla mientras se le escapaban las últimas lágrimas del día.

1 comentario:

  1. Jo,Lily eres un amor :) En serio que suerte tiene Alba de tener a una amiga como tú,que le escriba textos tan bonitos.
    Que sepas que ella sabe que estás con ella y que te tiene muy presente ;D
    En serio,gracias por toda tu colaboración,eres verdaderamente genial!
    Un beso enorme Lily y que sepas que me encanta la música que está sonando mientras escribo (L)

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granitos de arena que se cuelan entre las sábanas