Tenía que decirte fuera como fuese que hacía años que nadie me había hecho sonreír así. Me di cuenta el miércoles cuando había poca luz en la calle y a pesar de todo eso parecía el día más soleado del verano. Yo sé que tú estás esperando a que llegue otra vez el domingo. Y vuelva a fingir que no me importa estar contigo. O a hacer como que el tiempo se me pasa despacio. Te miento. Sólo a veces. Pero lo cierto es que llego a casa y parezco una quinceañera. Mientras tú no lo sepas, todo viento en popa.
Buenas noches.
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granitos de arena que se cuelan entre las sábanas