viernes, 16 de septiembre de 2011

esta historia podría empezar un domingo

Tenía que decirte fuera como fuese que hacía años que nadie me había hecho sonreír así. Me di cuenta el miércoles cuando había poca luz en la calle y a pesar de todo eso parecía el día más soleado del verano. Yo sé que tú estás esperando a que llegue otra vez el domingo. Y vuelva a fingir que no me importa estar contigo. O a hacer como que el tiempo se me pasa despacio. Te miento. Sólo a veces. Pero lo cierto es que llego a casa y parezco una quinceañera. Mientras tú no lo sepas, todo viento en popa.
Buenas noches.

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