sábado, 27 de agosto de 2011

cuando te largaste

En serio esa chica debe de ser impresionante- balbuceaba mientras engullía una de mis magdalenas- No la conozco y ya creo que me he enamorado de ella.Luego le dió un sorbo a la leche fría que acababa de sacar de la nevera y me miró como si todo lo que le había contado fuera mentira.
Para entonces yo hablaba de ella como si fuera mi heroína. Una de esas cosas que resultan por casualidades de la vida. Se me encharcaban los ojos de alegría cada vez que me preguntaban qué había sido de ella. Yo me limitaba a contar todo lo que ella me contaba. Sus historias, sus canciones, hasta sus intimidades. Todo me parecía lo más interesante que me había pasado nunca.
Y en un par de semanas se largó a no se qué sitio muy lejos de donde yo vivía. Era domingo. Y desde entonces dejé de hablar de ella, de pensar como ella, de existir como ella. Cosa que odiaba nada más acostarme.

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