martes, 1 de noviembre de 2011

cuando vuelvas

Que sí, que me gustaría que vinieras al sur, que me abrazaras y me contaras todos esos planes que tienes en la cabeza. Me gusta escucharte. Sentados en un bordillo, donde sea. Y que tararees tus canciones y me preguntes, ¿te acuerdas? ¡Sí! Pero ahora no pienso en otra cosa. Tengo que contarte que he conocido a alguien. Creo que es él. El de mis historias. Tú sonríes con esa boca tan grande y me haces un guiñito. Sí, no te rías. Le he encontrado. Y me gustaría que lo conocieras. Te caería bien. Entre tanto tu me sacas fotos con el móvil y mis ojos cerrados por el sol. Me llamas chinita. Y yo gilipollas. Lo he encontrado, ¿me estás oyendo? ¿Sabes lo que te digo? Como cuando subes el volumen en el coche y tu canción favorita te parece inigualable y a pesar de que sean las 7 de la mañana y puedas despertar a todo el vecindario tienes que gritar porque te sientes en éxtasis. Nunca pensé que fuera a contarte todo esto... Si siempre cruzábamos vidas opuestas. Tú cerca de las islas más bonitas del mundo y yo... Cerca de donde nos conocimos. Escúchame, que te estoy hablando con la más sincera verdad. Me dijiste una vez; me prometiste una vez que lo encontraría. Y está aquí. Te debo muchas cosas.

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granitos de arena que se cuelan entre las sábanas